MICHELADA

Me encanta que mis amigos viajen, que viajen a sitios lejanos, a paraísos a los que en principio yo no voy a ir porque no hago uno de esos viajes en pleno mes de Agosto ni aunque tuviera todo el dinero del mundo, y como no tengo todo el dinero del mundo tampoco puedo hacer un viaje de ese tipo fuera de ese mes de Agosto, temporada en la que todo está a tope y saturado. Yo soy más de la tranquilidad del Norte, en la que no tengo asegurado el buen tiempo pero no hay calor sofocante. En el que hay unas playas para pasear espectacular, unos bosques encantados de cuento, unos lugares maravillosos y unas tabernas, bares y restaurantes espectaculares de los que suelo dar buena cuenta en mi cuenta de Instagram. Yo soy más básica y viajar, lo que se dice viajar...más bien poco. Resumiendo que de forma egoísta me gusta que mis amigos viajen a esos lugares porque aunque siempre se corre el riesgo de que te pretendan hacer la típica sesión de fotos interminable, de la cual intento escaquearme por todos los medios, en alguna ocasión me traen una receta tal y como se hace en el lugar de turno, y a esos, a esos amigos que viajan y me traen la receta del lugar de turno sencillamente los adoro. Esto es lo que ha pasado con esta Michelada que es una bebida típica de México, que me ha sorprendido por su sabor y sobretodo por los ingredientes que lleva, y os dejo la receta tal y como me la han preparado. Viva México!!


INGREDIENTES: 
Jugo de lima.
Cerveza rubia.
Salsa Maggi, si como lo oyes, la del caldo.
Salsa Worcestershire, si como lo oyes, la inglesa.
Tabasco.
Sal

ELABORACIÓN: 
Moja el borde de un vaso en jugo de lima y a continuación pasa el borde por sal, para que quede adherida en el flo. Esta acción se llama escarchar.
Añade unas dos cucharadas generosas de jugo de limón al vaso, un poco de salsa Maggi, un poco de salsa Worcestershire y unas gotas de tabasco. Remueve la mezcla, añade unos hielos y a continuación la cerveza rubia bien fría.

RECURSOS CULINARIOS:
Empieza poniendo una cucharadita de café de las dos salsas, y no te pases con el tabasco, no he encontrado una proporción exacta por lo que me temo que cada barman tiene su medida. Poco a poco irás cogiendo el gusto a la Michelada y podrás ajustar las medidas. Ten en cuenta que el tipo o marca de cerveza que utilices también hace que la bebida tenga un sabor diferente.
Si no tienes limas, ves a comprar que la Michelada no la tomas todos los días, aunque si no queda más remedio utiliza limón, no quedará igual pero no se lo diremos a nadie. 
Hay quien utiliza cerveza negra en vez de una cerveza rubia. A mi me la prepararon tal y como os he contado.
Buenísima cuando hace calorcito, sentados en una terraza mirando la puesta de sol, o sencillamente las estrellas. 


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